¿Qué pasa después de la palabra “Fin”? Como lo advertía Adolfo Sánchez Vázquez, el exilio no se termina cuando por fin se hace posible regresar. La experiencia del retorno convierte el exilio en desexilio, o más bien en post-exilio (Nouss, 2015): de la condición exílica, no se regresa nunca. Esta comunicación se enmarca dentro de un proyecto de investigación en curso sobre los retornos del exilio republicano entre 1966 y 1986, que tiene por objetivo restituir la experiencia íntima del desexilio, así como la mirada que los exiliados pudieron echar sobre un país profundamente transformado a lo largo de las décadas. A partir de fuentes literarias (novela, cuento, diario y poesía en particular), el estudio se centra en estos “relatos de retorno”, ya fuesen viajes exploratorios (Duroux, 1999) realizados para tantear la situación española, ya fuesen encarados como retornos definitivos. Volviendo a la etimología del término exilio (ex-solus), el estudio reexamina esta cuestión del retorno proponiendo leerla desde un paradigma espacial, y no sólo temporal. Esta perspectiva invierte el tópico del anacronismo que aquejaría a los “retornados”, condenados por décadas de exilio a un irremediable desfase con el país abandonado con el exilio y redescubierto con el retorno. ¿Son los retornados fantasmas de una España definitivamente pasada? ¿O más bien los representantes de otra España posible, realidad alternativa que encarnaría su verdadero sino, cuando el franquismo sería el producto un accidente de la historia que la desviara trágicamente de su curso inicial? En 1998, Enrique de Rivas, él mismo escritor exiliado de segunda generación, sugería que podían verse a los retornados como a los "durmientes de la cueva" de la leyenda: atrapados en el largo sueño del exilio, su regreso a España es una especie de despertar –que para algunos se asemeja a una irrupción en plena pesadilla... Esta ponencia ofrece una relectura de algunas de estas narrativas del retorno –canónicas como las de Max Aub y María Zambrano, pero también menos conocidas como las de Rosa Chacel o Manuel Andújar– para poner de relieve las figuras, motivos y recursos que materializan las perturbaciones espacio-temporales experimentadas por las y los escritores "retornados". Experiencias de tránsito entre los “universos paralelos” del exilio y el interior, especularmente reflejados en narraciones que exploran las modalidades del sueño, la ucronía o la historia contrafactual, los relatos post-exílicos revelan el potencial crítico de la mirada que echaron los exiliados sobre la España de la transición, producto distópico de un desvío de la historia.