La presente contribucion examina como se posiciona Huarte de manera original en un conjunto de discursos que evocan la cuestión de la inspiración, del furor inspirado y de la profecía. El tema es, en la época, altamente polémico pues para mucho la profecía y el furor inspirado eran debidos a la posesión demoniaca. Para otros, el furor inspirado y los estados proféticos eran debidos a una inspiración divina. Huarte marca claramente su diferencia con estas dos lecturas, optando por una interpretación exclusivamente naturalista de los estados de furor inspirado y explica el furor inspirado, el don de "hablar lenguas" y de adivinar el futuro por la bilis negra. La segunda parte de la ponencia examinara qué tipo de bilis negra es, según Huarte, apta a causar en el individuo, este estado de inspiración, y veremos que la descripción de esta bilis negra da lugar, bajo la pluma de Juan Huarte a verdaderos procesos de ensoñación à partir de un humor que aparece claramente maravilloso: el texto médico se hace entonces ficción, ensoñación, ficcionaliza la realidad inventando un fabuloso humor que explica los estados de inspiración.Por fin, la ponencia examinará también las continuaciones engendradas por las teorías formuladas en el Examen de ingenios sobre el origen natural de la inspiración y profecía, con tratados como los de Andrés Velázquez o Alonso de Freylas que responden explícitamente a Huarte reafirmando el origen sobrenatural de los estados de profecía y furor inspirado.